La llegada de una “nueva cultura” significo para todas las regiones del pueblo Inka, el despojo de un sin numero de realidades, vivencias que han dejando solo el ímplate de lo que ellos consideran bueno para la humanidad.
Quitumbe… deducido como el Camino de los Dioses, es solo una parte de la vida. Rescatada a través de 500 años, aunque nuestra sociedad se niegue a ver, es una verdad existente y palpable a lo largo de lo que hoy es la nueva ciudad de Quito.
El camino que se extiende a lo largo de todo el territorio incaico. Muestras a través de monolitos, ubicados en los distintos espacios sagrados, la visión y energía de lo que fue- en un entones- el pueblo incaico.
Un camino lleno de energía que acompañada por el Ser del sol y la luna, gesta lo que aun queda del pueblo como tal.
Nos han despojado de nuestra verdad, poniendo en su lugar figuras e imágenes sin sentido, construcciones que dejan de lado el alma del mundo. Es difícil reconocer solo de supuestos, pero muy fácil constatar en nuestra energía vital.
Quitumbe… deducido como el Camino de los Dioses, es solo una parte de la vida. Rescatada a través de 500 años, aunque nuestra sociedad se niegue a ver, es una verdad existente y palpable a lo largo de lo que hoy es la nueva ciudad de Quito.
El camino que se extiende a lo largo de todo el territorio incaico. Muestras a través de monolitos, ubicados en los distintos espacios sagrados, la visión y energía de lo que fue- en un entones- el pueblo incaico.
Un camino lleno de energía que acompañada por el Ser del sol y la luna, gesta lo que aun queda del pueblo como tal.
Nos han despojado de nuestra verdad, poniendo en su lugar figuras e imágenes sin sentido, construcciones que dejan de lado el alma del mundo. Es difícil reconocer solo de supuestos, pero muy fácil constatar en nuestra energía vital.